REPASO SEMANA SANTA

Historia: Un niño que vino del cielo

“Alguna vez hace muchos años, hubo un ser muy especial que dejó su hogar en el cielo para vivir con las personas en un mundo llamado tierra. Él vino como un bebé, así como ustedes y creció aprendiendo a conocer a la gente”, decía nuestra madre. Todas las noches nos contaba historias de ese niño llamado Jesús.

Nos gustaba oír las bellas historias de la biblia antes de dormir. Contaba nuestra madre que ese niño era muy sabio a pesar de su corta edad y que también era obediente a sus padres y un gran ejemplo a seguir. No nos gustaba ir tanto a la iglesia para jugar más tiempo en la casa, pero cuando estábamos allí, algo extraño sucedía en nuestros corazones infantiles. Sólo queríamos seguir allí, en la iglesia, escuchando las historias de nuestro amigo Jesús.

Aquél lugar se convertía en un pedazo de cielo y sentíamos la presencia de ese ser que no veíamos pero que sabíamos estaba presente allí. Mi madre decía que Jesús está en todas partes, que nunca nos deja solos, que somos importantes para él y que nos ama como nadie. Yo le creo. Ahora que hemos crecido y nuestros padres envejecieron, mis hijos y yo, les contamos las historias que ellos nos contaban cuando éramos niños.

A veces ellos olvidan las cosas, pero les decimos que esta semana santa es muy especial para todos porque recordamos que en este hogar llamado tierra, nuestro Salvador dio la vida para salvarnos del pecado y tener otra oportunidad para evitar la condena a la que estaba destinado el hombre. Ahora les decimos que aquel amigo incondicional dio su vida por amor a mí, por ellos y por todos. Esta historia es una pequeña reflexión por semana santa y lo que debe significar para nosotros en realidad, muy aparte de las costumbres que se tienen.

Mensaje:

En la Semana Santa celebramos la muerte y la resurrección de Jesús, la pascua de Jesús, nuestra salvación. El domingo de Ramos proclamamos que Jesús fue proclamado Rey e hijo de David, es decir, el Mesías Salvador; el Jueves Santos festejamos la Institución de la Eucaristía, donde Jesús adelantó el memorial de su muerte y resurrección; el Viernes Santo conmemoramos que Jesús murió en la cruz por nosotros y en nuestro lugar; el Sábado Santo por la noche es la celebración principal: celebramos que Jesús Resucitó, que está vivo, que venció a la muerte, al dolor, al pecado, y que por eso podemos tener una vida nueva, libre de las ataduras del pecado, vida eterna.

En Semana Santa celebramos nuestro paso de la muerte a la vida, de las tinieblas a la luz, de una vida infeliz a una feliz.

Texto bíblico: Marcos 16, 9-20

Escriba los verbos que encuentre en el texto: ___________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

Escriba los nombres propios que encuentre en el texto

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Escriba lo que más le llamo la atención del texto bíblico ___________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

Aplicar color a la siguiente imagen y desarrollar la actividad.

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ACTITUDES PARA ORAR

Motivación:

ORACION DEL POBRE

Vengo ante ti mi Señor,

reconociendo mi culpa,

con la fe puesta en tu amor,

que tú me das como a un hijo.

te abro mi corazón,

y te ofrezco mi miseria,

despojado de mis cosas,

quiero llenarme de ti.

Que mi espíritu Señor,

abrace todo mi ser.

Hazme dócil a tu voz,

transforma mi vida entera. (bis)

Puesto en tus manos Señor,

siento que soy pobre y débil,

mas tu me quieres así,

yo te bendigo y te alabo.

Padre en mi debilidad,

tú me das la fortaleza,

amas al hombre sencillo,

le das tu paz y perdón.

Que mi espíritu Señor,

abrace todo mi ser…


Mensaje:

Para poder, verdaderamente crecer en la vida cristiana son necesarios tres elementos, los cuales pueden ser considerados como los pilares de la construcción: Los Sacramentos, la Oración, la Lectura y Meditación de la Palabra de Dios.

Recordemos, pues que la oración no es otra cosa que un DIALOGO CON DIOS. Sí un diálogo con Dios, pero un DIALOGO AMOROSO como nos lo dice santa Teresa de Jesús: «Orar, es pasar largos ratos con aquella persona que sabemos que nos ama». Por lo que no importa la posición sino la disposición, no importa tanto el que se dirá, cuanto el cuanto se amará.

Cuando nos acercamos a la oración debemos estar atentos a la voz de Dios, que en su palabra de una manera que solo él conoce nos instruye y va moldeando nuestra vida, hasta que lleguemos a la perfección, la cual no es posible sin el esfuerzo y la cruz.

En nuestra oración no debemos pues ir a buscarnos a nosotros mismos, sino a Dios; no nuestra voluntad sino la de Aquel que nos ama. Tengamos siempre presente, que Dios no nos pedirá nada para lo cual no nos haya dado previamente la gracia y la fuerza para realizar. Dios espera una cooperación de nuestra parte en todas sus acciones… Dios es gratitud, y el hombre esfuerzo.

Debemos saber, que hay cosas que sí nos va a dar, pero que no es el momento oportuno para recibirlas. Hay que aguardar el tiempo conveniente, pero con la misma confianza que se las pedimos, y como si ya las hubiéramos recibido, ya que ésta es la condición para recibirlas (cf. Mc 11.24).

El cristiano cuando ora está siempre seguro de que Dios «jamás» le negará nada que necesite o sea bueno para él, para su salvación y la del mundo. Por ello se dirige al padre con infinita confianza:

«Padre, yo no sé nada… Tú lo sabes todo. Dame lo que me conviene a mí y a todo tu pueblo, pongo en tus manos mis deseos, que antes de que yo te los esté diciendo, Tú ya los sabes… Y hágase, no conforme te pido, sino como Tú quieras, pues tu voluntad es amor, no puede ser de otra manera. Amén».

– Una de las actitudes que no deben faltar en un orante es la de confianza y abandono.

– Escucha atenta y contemplativa de lo que está ocurriendo en nuestra vida, en lo que nos rodea, en el mundo…

– Meditación sobre la Biblia, Palabra del Señor, espada de doble filo que nos guía, bálsamo que nos consuela.

– Acción de gracias por las bendiciones del Señor en nuestras vidas, por las señales de su amor, por su bondad.

– Alabanza por las maravillas del Señor en la Creación, en el misterio de la Vida, en todo lo que eleva nuestro espíritu.

– Petición de lo que necesitamos, con la confianza de un niño y el corazón abierto a recibirlo del Señor, Padre bueno

– Intercesión por todos aquellos que sufren la injusticia, que claman al señor, que se sienten solos y abandonados.

Textos bíblicos:

Lucas 18, 1- 8

Con sus propias palabras explique porque nos dice San Lucas que “orar siempre sin desfallecer jamás”

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