4 pilares para la educación, según Estanislao Zuleta

El pensamiento de Zuleta ha dejado un importante legado en el desarrollo crítica de las estructuras sociales y la perspectiva de la educación frente a las necesidades crítico transformadoras de un modelo.

Por tal motivo, se trae a colación los cuatro pilares que Zuleta consideró fundamentales para la Educación, que serán una útil herramientas para el debate y la reflexión. En primer lugar, Zuleta plantea la función educativa de la literatura,  como un medio de desarrollo de un pensamiento crítico, reflexivo y transformador y parte de su mismo gusto por la lectura, dejándole gran parte de su ejercicio a su meditación. En su ensayo titulado Sobre la lectura, establece que ésta consiste en una tarea que requiere del lector, dedicación y una transformación, que surge de lo que Zuleta denomina “rumiar el contenido”, afirmando que el pensamiento funcionaría de acuerdo con tres capacidades:

  1. Capacidad de admiración e idealización;
  2. Capacidad de oposición: crítica; y
  3. Capacidad de creación: juego, de inocencia, rueda que gira.

Zuleta considera a la lectura, un acto importante, en la que el lector debe disponerse para dejarse perturbar, deslumbrar, transformar, afectar por el contenido del texto, y por los interrogantes que suscita la lectura. No
se lee entonces por simple diversión, se lee porque existe una cuestión que necesita ser resuelta y porq29ue se aspira a que el texto diga algo sobre esa cuestión. La literatura es, entonces, una oportunidad para interpretar los hechos históricos y derivar de estos análisis, posibilidades de transformación social.
En segundo lugar, para Zuleta, las ciencias sociales contribuyen a la Educación; por tal motivo, estas no pueden ser neutrales ni estáticas. El objeto mismo de las ciencias sociales hace de ellas un campo de combate, de toma de posición y de inevitable transformación. De ahí que las ciencias sociales se lean como saberes críticos, cuya orientación debería ser la emancipación humana, razón por la cual Zuleta retoma y discute sus métodos de investigación y crítica. La pretensión cientificista de la universidad y el arrogante y encasillado trabajo de “las metodologías”, son poco útiles para la investigación. Todas las ciencias inevitablemente comprometen el concepto y la praxis de la responsabilidad social.
En tercer lugar, la dimensión histórica es otro campo para descubrir una idea de educación. Habiendo insistido en la visión de las ciencias sociales, aquí añade la necesidad de ver los fenómenos en su acontecer histórico. El desconocimiento de la dimensión histórica conduce a fijar la atención en las conquistas presentes, sin reparar en los procesos históricos que las hicieron posibles. Es cierto que no  se trata de hacer recorridos  de hechos pretéritos, sino de comprender los problemas, las luchas, los dilemas. Esta visión nos da capacidad para buscar soluciones más coherentes hoy. La historia, como método de investigación, es una manera de mirar y comprender el presente como parte de un todo histórico, al que observamos, en palabras de Zuleta, de manera activa e interrogativa. El investigador no se contenta con saber que “es así”, sino que trata de averiguar cómo ha llegado a ser lo que es y “para dónde va”. En cuarto lugar, el psicoanálisis para Zuleta, se convierte en uno de sus lugares predilectos que le permiten conocer la complejidad del otro, sus maravillas, problemas y tragedias, y esto es una condición sine qua  on, de la resolución de conflictos.

P. Orlando Salazar.
Ph. D. en Filosofía.

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