VIRGEN INMACULADA, MADRE DE DIOS

Canto: Quien será la mujer

¿Quién será la mujer, que a tantos inspiró poemas bellos de amor?

Le rinden honor la música y la luz, el mármol, la palabra y el color.

¿Quién será la mujer que el rey y el labrador invocan su dolor

el sabio, el ignorante, el pobre y el señor, el santo al igual que el pecador?

MARÍA ES ESA MUJER QUE DESDE SIEMPRE

EL SEÑOR SE PREPARÓ PARA NACER COMO UNA FLOR

EN EL JARDÍN QUE A DIOS ENAMORÓ (2).

¿Quién será la mujer radiante como el sol, vestida de resplandor

la luna a sus pies, el cielo en rededor, y ángeles cantándole su amor?

¿Quién será la mujer humilde que vivió en un pequeño taller amando sin

milagros, viviendo de su fe, la esposa siempre alegre de José?

Mensaje:

Te presentamos ocho cosas que necesitas saber:

  1. ¿A quién se refiere la Inmaculada Concepción?          Hay una idea popular que se refiere a la concepción de Jesús por la Virgen María pero no es a este hecho al que se refiere esta solemnidad, sino a la manera especial en la cual fue concebida María. Esta concepción no fue virginal (es decir, que ella tuvo un padre humano y una madre humana), pero fue especial y única de otra manera…
  1. ¿Qué es la Inmaculada Concepción?                 La explicación está en el mismo Catecismo de la Iglesia Católica: 490 Para ser la Madre del Salvador, María fue «dotada por Dios con dones a la medida de una misión tan importante». El ángel Gabriel en el momento de la anunciación la saluda como «llena de gracia». En efecto, para poder dar el asentimiento libre de su fe al anuncio de su vocación era preciso que ella estuviese totalmente conducida por la gracia de Dios.

491 A lo largo de los siglos, la Iglesia ha tomado conciencia de que María «llena de gracia» por Dios (Lc 1, 28) había sido redimida desde su concepción. Es lo que confiesa el dogma de la Inmaculada Concepción, proclamado en 1854 por el Papa Pío IX:

‘… la bienaventurada Virgen María fue preservada inmune de toda la mancha de pecado original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Jesucristo Salvador del género humano’.

  1. ¿Significa esto que María nunca pecó? Sí. Debido a la forma de redención que se aplicó a María en el momento de su concepción, ella no solo fue protegida del pecado original, sino también del pecado personal. El Catecismo lo explica:

493 Los Padres de la tradición oriental llaman a la Madre de Dios «la Toda Santa» (Panaghia), la celebran «como inmune de toda mancha de pecado y como plasmada y hecha una nueva criatura por el Espíritu Santo». Por la gracia de Dios, María ha permanecido pura de todo pecado personal a lo largo de toda su vida.

  1. ¿Significa que María no necesitaba que Jesús muriera por ella en la cruz? No. Lo que hemos citado es que María fue concebida inmaculadamente como parte de su ser “llena de gracia” y así “redimida desde el momento de su concepción” por “una singular gracia y privilegio de Dios Todopoderoso y por virtud de los méritos de Jesucristo, salvador de la raza humana”. El Catecismo afirma:

492 Esta «resplandeciente santidad del todo singular» de la que ella fue «enriquecida desde el primer instante de su concepción», le viene toda entera de Cristo: ella es «redimida de la manera más sublime en atención a los méritos de su Hijo». El Padre la ha «bendecido […] con toda clase de bendiciones espirituales, en los cielos, en Cristo» más que a ninguna otra persona creada. Él la ha «elegido en él antes de la creación del mundo para ser santa e inmaculada en su presencia, en el amor».

508 De la descendencia de Eva, Dios eligió a la Virgen María para ser la Madre de su Hijo. Ella, «llena de gracia», es «el fruto más excelente de la redención»; desde el primer instante de su concepción, fue totalmente preservada de la mancha del pecado original y permaneció pura de todo pecado personal a lo largo de toda su vida.

  1. ¿Cómo se entonces a María en paralelo a Eva?          Adán y Eva fueron creados inmaculados –sin pecado original o su mancha. Ambos cayeron en desgracia y a través de ellos la humanidad estaba destinada a pecar.

Cristo y María fueron también concebidos inmaculados. Ambos permanecieron fieles y a través de ellos la humanidad fue redimida del pecado.         Jesús es por tanto el Nuevo Adán y María la Nueva Eva.

El Catecismo señala: 494 … “Ella, en efecto, como dice san Ireneo, ‘por su obediencia fue causa de la salvación propia y de la de todo el género humano’. Por eso, no pocos Padres antiguos, en su predicación, coincidieron con él en afirmar ‘el nudo de la desobediencia de Eva lo desató la obediencia de María. Lo que ató la virgen Eva por su falta de fe lo desató la Virgen María por su fe’. Comparándola con Eva, llaman a María ‘Madre de los vivientes’ y afirman con mayor frecuencia: ‘la muerte vino por Eva, la vida por María’”.

  1. ¿Cómo se hace María un ícono de nuestro destino?  Aquellos que mueren en la amistad con Dios y así para ir al Cielo serán liberados de todo pecado y mancha de pecado. Seremos así todos vueltos “inmaculados” (Latin, immaculatus = «intachable») si permanecemos fieles a Dios.

Incluso en esta vida, Dios nos purifica y prepara en santidad y, si morimos en su amistad pero imperfectamente purificados, él nos purificará en el purgatorio y nos volverá inmaculados. Al dar a María esta gracia desde el primer momento de su concepción, Dios nos muestra una imagen de nuestro propio destino. Él nos muestra que esto es posible para los seres humanos a través de su gracia. San Juan Pablo II señaló:   En contemplación de este misterio en una perspectiva mariana, podemos decir que “María, al lado de su Hijo, es la imagen más perfecta de la libertad y de la liberación de la humanidad y del cosmos. La Iglesia debe mirar hacia ella, Madre y Modelo, para comprender en su integridad el sentido de su misión”.

“Fijemos, por tanto, nuestra mirada en María, icono de la Iglesia peregrina en el desierto de la historia, pero orientada a la meta gloriosa de la Jerusalén celestial, donde resplandecerá como Esposa del Cordero, Cristo Señor”.

  1. ¿Era necesario para Dios que María fuera inmaculada en su concepción para que pudiera ser Madre de Jesús?          No. La Iglesia sólo habla de la Inmaculada Concepción como algo que era «apropiado», algo que hizo que hizo de María una «morada apropiada» (es decir, una vivienda adecuada) para el Hijo de Dios, no algo que era necesario. Así, en preparación para definir el dogma, el Papa Pío IX declaró:

“…y por eso afirmaron (los Padres de la Iglesia) que la misma santísima Virgen fue por gracia limpia de toda mancha de pecado y libre de toda mácula de cuerpo, alma y entendimiento, y que siempre estuvo con Dios, y unida con Él con eterna alianza, y que nunca estuvo en las tinieblas, sino en la luz, y, de consiguiente, que fue altísima morada para Cristo, no por disposición corporal, sino por la gracia original”.

“Pues no caía bien que aquel objeto de elección fuese atacado, de la universal miseria, pues, diferenciándose inmensamente de los demás, participó de la naturaleza, no de la culpa; más aún, muy mucho convenía que como el unigénito tuvo Padre en el cielo, a quien los serafines ensalzan por Santísimo, tuviese también en la tierra Madre que no hubiera jamás sufrido mengua en el brillo de su santidad”.

  1. ¿Cómo celebramos la Inmaculada Concepción hoy?   La Solemnidad de la Inmaculada Concepción es el 8 de diciembre y en muchos países es una fiesta de guardar; por tanto el fiel católico debe asistir a Misa.


Texto bíblico:

San Lucas 1,27-47:

Escriba los nombres de los personajes que aparecen en el texto: ________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

Escriba algo importante de cada personaje _____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

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LAS VIRTUDES DE MARÍA

Historia:              

El niño que quería conocer a Dios…hermoso cuento de amor y fe

Había una vez un pequeño niño que quería conocer a Dios. Él sabía que había que hacer un largo viaje hacia donde vivía Dios, entonces empaquetó una maleta con panecillos y un six-pack de jugos y emprendió su partida.

Cuando había recorrido cerca de 3 cuadras, se encontró con una viejecita. Ella estaba sentada en el parque, observando algunas palomas. El niño se sentó junto a ella y abrió su maleta. Él estaba a punto de tomar su jugo cuando notó que la viejecita se veía con hambre, entonces él le ofreció un panecillo. Ella lo aceptó muy agradecida. Su sonrisa era tan bella que el niñito quería ver esa sonrisa nuevamente, entonces le ofreció a ella un jugo. Nuevamente ella volvió a esbozar su hermosa sonrisa. El niño estaba encantado.

Ellos se quedaron allí toda la tarde comiendo y sonriendo, pero ninguno de ellos decía palabra alguna.

Cuando empezó a oscurecer, el niño estaba cansado y se levantó para irse. Antes de haber dado unos pasos más, él se dio la vuelta y corrió hacia la viejecita y le dio un abrazo. Ella le dio la más grande y hermosa sonrisa.

Cuando el niño abrió la puerta de su casa, su madre estaba sorprendida por la felicidad que el niño demostraba. Ella le preguntó cuál era la causa. Él le contestó:

– He comido con Dios. ¿Y sabes qué? ¡Ella tiene la sonrisa más bella que he visto!

Mientras tanto la viejecita, también con mucha felicidad, regresó a su casa. Su hijo estaba anonadado por la paz que mostraba en su cara y preguntó:

– Madre, ¿qué hiciste el día de hoy que te ha hecho tan feliz?

Ella contestó:

– Yo comí panecillos en el parque con Dios. ¿Y sabes qué?, Él es más joven de lo que esperaba.

Esta historia nos muestra que tú encuentras a Dios en todos los lugares y rostros. Desafortunadamente, muchos de nosotros pasamos la vida buscando una visita de Dios, sólo que estamos muy ocupados para reconocerlo…

Mensaje:

Algunas de las tantas virtudes que tuvo la madre María fiel servidora de Dios quien siempre supo hacer lo que este le ordenaba. Entre estas virtudes se encuentran:

1)      La humildad: Nuestra Madre fue siempre una mujer humilde, alguien que siempre adoró la grandeza del padre, nunca se quejó. María se identifica plenamente con su Hijo en la humildad de su Corazón. La humildad es la virtud que agrada inmensamente a Dios; por ella reconocemos la infinita grandeza del Señor y lo reconocemos digno de toda alabanza.

2)      La Sencillez: Es aceptar todo sin exigencias, aceptar lo que Dios no depara para nuestra vida, así como lo hizo nuestra Madre María quien nunca reprochó ni se quejó de lo que Dios depuso para su vida.

3)      Fe, Esperanza y Caridad: Son las más ejemplares virtudes que tuvo nuestra Madre María, ella aceptó todo lo que Dios le impuso sin dudar en ningún momento, nunca exigió a Dios alguna prueba para justificar su fe, fue fiel devota hasta el día de su muerte.

4)      La obediencia: Nuestra madre fue obediente a todos los mandatos de Dios, cuidó de su hijo hasta el día de la muerte inculcándole la mejor educación y forma de vida posible cumpliendo así con la voluntad de Dios quien le encomendó esta ardua tarea. La obediencia será la gran manifestación de fidelidad a la Alianza. Es la generosa entrega de nuestra voluntad al servicio de la Voluntad de Dios.

5)      La Mansedumbre: María fue una mujer mansa de corazón y espíritu, obedeció la voluntad de su padre hasta en las más difíciles circunstancias y nunca dijo que no a sus disposiciones, nunca fue una persona alardosa ni busca pleitos, dedicó toda su vida simplemente a la devoción y entrega total a su Dios.

6)      Respeto: María mostró respeto al Padre durante toda su vida incluso antes de recibir la gracia de llevar su hijo en su vientre, siempre respetó a Dios, no por miedo sino por fe, un respeto que manifestó obedeciendo todos sus mandatos sin nunca dudar en cumplirlos.

7)      La Pobreza: Nunca se apegó a nada material siempre estuvo lista para recibir lo poco o lo mucho que Dios le ofreciera, nunca se quejó de su vida de pobreza y fue obediente en todo momento.

8)      La Generosidad: No dudó en ningún momento en entregar a su hijo, le dolió hacerlo como toda madre a su hijo pero no titubeo al aceptar esto, esto demuestra una vez más la fé y el amor que le profesaba a su Señor.

9)      Pureza: La Santísima Madre María fue siempre pura y virgen, amó a Dios como a nadie más y obedeció todos sus mandamientos por fe. Llevó una vida de pureza a la que nunca renunció, es por eso que hoy es ejemplo de todos y todas.

10)   Disponibilidad: Nuestra Madre María siempre estuvo disponible para nuestro Dios nunca dijo “NO” siempre escucho y obedeció lo que Dios le deparaba.

11)   La confianza: Para poder llevar una vida de entrega María tuvo que tener eterna confianza en el Padre, a quien nunca dudó en servir. La confianza es la manifestación del amor que le tenemos a María. Tanto confiamos en Ella cuanto más la amamos.

12)   La docilidad: María en su vida de devoción nos demuestra que fue una mujer dócil ya que siempre estuvo lista y disponible para Dios y lo que este le ordenara.

13)   La disponibilidad: María estuvo siempre disponible desde el principio. Esta actitud interior nos hace especialmente capaces de responder a las exigencias de quienes nos rodean, de aquellos a quienes estamos llamados a evangelizar, a ayudar, a querer con un corazón de servidores.

14)   La fidelidad y la firmeza: María nunca dejó de creerle ni de obedecerle a Dios, nunca dio muestra de adoración a otros Dioses.

15)   La perseverancia y la paciencia: Se necesita para llevar una vida de creencia y entrega a Dios mucha perseverancia ante las pruebas que la vida le mostraba a María pero siempre fue perseverante y paciente, contaba con Dios quien le brindaba su apoyo incondicional.

16)   La vida de oración: La Madre llevó una vida de oración, esto demuestra una vez más la fe que profesaba hacia Dios. Además de la participación eucarística y de la Comunión diaria, en el Consagrado es de fundamental importancia la vida de oración en todas sus manifestaciones.

 “ASÍ COMO POR EL HIJO LLEGAMOS AL PADRE, POR LA MADRE LLEGAMOS AL HIJO”

CITAS BÍBLICAS: Leer, analizar y dibujar cada texto en una hoja, es decir que para cada texto media hoja.

Organizar cada una de las siguientes oraciones.

  1. de María fe modelo.

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  1. modelo caridad de María.

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  1. unión María con modelo Cristo de.

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  1. Copiar en el cuaderno los misterios del Santo Rosario y aprenderlos.

Buscar las palabras: Humildad, sencillez, fe, obediencia, mansedumbre, respeto, pobreza, generosidad, pureza, disponibilidad, confianza, docilidad, disponibilidad, fidelidad, firmeza, perseverancia, paciencia, oración.

Ubicar alrededor de la imagen cada una de las virtudes de la Santísima Virgen

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